Identificar y corregir estas patologías de manera oportuna es fundamental para evitar daños mayores y garantizar que el edificio siga siendo un espacio seguro y funcional.
¿Cuáles son las patologías más comunes en las edificaciones?
Una de las patologías más comunes que afectan a las casa y edificios son las fisuras o grietas que pueden aparecer en paredes, techos o suelos. Estas pueden ser superficiales o estructurales y suelen estar causadas por asentamientos del terreno, cambios bruscos de temperatura o el uso de materiales de baja calidad. Detectarlas y corregirlas a tiempo es vital porque si no, pueden evolucionar y causar daños estructurales graves.
Otro problema frecuente en las edificaciones es la humedad que puede surgir como resultado de filtraciones o de la condensación de agua. La humedad puede manifestarse en forma de manchas, moho o desprendimientos en paredes y techos, afectando no sólo a la estética del edificio, sino también al estado de los materiales e incluso a la salud de los inquilinos.
Las estructuras o componentes expuestos a la humedad también pueden sufrir la corrosión u oxidación de los materiales metálicos, lo que hace quedisminuya su resistencia y puede poner en peligro la estabilidad de la edificación. Además, el desprendimiento de revestimientos, como pinturas o recubrimientos en fachadas, es otro signo de deterioro que puede estar relacionado con problemas de adhesión, humedad o movimientos estructurales.
Las deformaciones estructurales, como hundimientos o inclinaciones, también son un indicativo de patologías más serias. Estas suelen estar causadas por sobrecargas, errores de diseño o la utilización de materiales inadecuados.
Ignorar cualquiera de estos problemas puede poner en riesgo la integridad del edificio y la seguridad de sus ocupantes.
Causas de las patologías en edificios
Como hemos comentado, las causas de las diversas patologías que puede tener un edificio son variadas. En muchos casos, pueden estar relacionadas con errores en la construcción, como el uso de materiales de baja calidad, de técnicas inadecuadas o la falta de supervisión. Pero también pueden estar provocadas por factores ambientales, como la humedad, las temperaturas extremas o los fenómenos meteorológicos.
También el envejecimiento natural del edificio contribuye al desgaste inevitable de sus componentes así como la falta de mantenimiento periódico.
Identificar y corregir a tiempo
Actuar rápidamente ante cualquier señal de patología es esencial para prevenir daños mayores, mantener la funcionalidad del edificio y preservar su valor.
Para ello es importante identificar a tiempo cualquier problema. Esto puede hacerse estando atento a señales como grietas visibles, manchas de humedad, desprendimientos de materiales o deformaciones o realizando inspecciones periódicas que permitan obtener un diagnóstico preciso del estado del edificio, de sus necesidades y patologías.
Corregir cada patología requerirá de una intervención adaptada a cada caso. Por ejemplo, los problemas de humedad pueden resolverse mediante técnicas de impermeabilización o con mejoras en la ventilación mientras que las fachadas dañadas pueden rehabilitarse mediante la reparación o sustitución de revestimientos. Sin embargo, cuando la patología es más grave y compromete la estabilidad del edificio puede ser necesario reforzar la estructura utilizando materiales como fibra de carbono o microcementos.
Si has notado señales de deterioro en tu edificio, no esperes a que el problema crezca. En Multihogar Cantabria, contamos con un equipo de expertos especializados en el diagnóstico y la corrección de patologías. Contáctanos y confía en nuestros profesionales para devolver a tu edificio la seguridad, funcionalidad y estética que necesita.
